Nuestra toma de decisiones viene 99% dictada por nuestro cerebro reptiliano que controla nuestro comportamiento y las funciones instintivas (respiración, latido del corazón, temperatura, alimentación, etc.) para sobrevivir. Esta parte del cerebro es egoísta, perezosa y siempre dispone de poco tiempo. Actúa rápido y sencillo. Usa atajos mentales, también llamados heurísticos, que nos hacen suponer cosas, tener prejuicios y equivocarnos constantemente. Sin ir más lejos, el título de este artículo es un recurso de clickbaiting. Dentro de la vorágine de contenido fomentado por el inbound marketing y la burbuja del marketing online, hay que recurrir a este tipo de títulos para captar el “click” del ratón. Estímulo fácil y rápido. Pensar de más está sobre valorado para el cerebro que toma las decisiones.
Ejemplo de ilusión heurística: aunque no lo parezca, el cuadrado A y B son del mismo color.
Esta introducción nos sirve para entender la base del premio nobel de Economía de este año, Richard H. Thaler. Este profesor basa el origen de los errores de la economía en tres rasgos psicológicos: racionalidad limitada (obvio si la toma de decisiones viene del cerebro reptil, no del neocortex que es el racional), percepciones de lo que es justo (boicots/deferencias económicos/as) y el auto control (la falacia de la buena racha). Esto nos explicaría por qué la economía no se comporta lo racionalmente que se espera que se comporte. Dicho de otra manera, se supone que somos seres racionales y resulta que la toma de decisiones se basa en impulsos de un cerebro perezoso, egoísta y que consulta a su cerebro racional sólo para justificarse de sus malas decisiones. Si estas son las reglas de la economía: ¡a jugar! (aviso: la banca siempre gana).
«Estímulo fácil y rápido. Pensar de más está sobre valorado para el cerebro que toma las decisiones.»
Esta comprensión de nuestra toma de decisiones, además, nos permite justificar los 5 errores que cometen los inversores «reptilianos” en empresas no cotizadas. También daremos consejos, que obviamente no seguiréis, sobre como corregirlos:
1.- La primera información que ves u oyes termina siendo un «ancla» para las demás. Por ejemplo, si escuchaste que una empresa se valoró en 2M€, esa será la información que consultarás cada vez que pienses en una participación de la misma. Para evitar este error mental: analiza datos (en plural) históricos y actuales y no te quedes anclado en una referencia.
2.- Tener tendencia a sobrevalorar la última información disponible. Este es uno de los errores que cometen los inversores más recurrente. Si escuchaste que un CEO ha dimitido de una compañía que tienes acciones, el impulso puede ser vender las acciones. Sin embargo, hay que tener cuidado y centrarse en las tendencias del mercado, la competencia e históricos de sus KPI’s para poder tomar una decisión que pueda ser más beneficiosa económicamente a largo plazo.
3.- Aversión a la pérdida. Nadie quiere perder dinero pero las pequeñas pérdidas ocurren todo el tiempo, incluso para los mejores inversores. El sesgo de la aversión a la pérdida es una tendencia a sentir más los efectos de estas pérdidas que las ganancias de igual magnitud. A menudo esto puede causar un cambio en la estrategia de inversión que sea perjudicial. Hay un recurso fácil para evitar esta sensación: dar por perdido, desde el inicio, el dinero que quieras invertir.
«La aversión a la pérdida es una tendencia a sentir más los efectos de estas pérdidas que las ganancias de igual magnitud.«
4.- Seguir a la “crowd”. Hay una tendencia a conformarse, a ser parte de la multitud, a hacer cosas porque los otros los hacen. Nadie quiere quedarse fuera, pero ser el último en sumarse a una oportunidad también puede ser catastrófico. El cerebro reptiliano, una vez más, en base a su instinto de supervivencia, toma la decisión de seguir a la multitud. ¿Esto tiene que ver con las plataformas de Equity Crowdfunding? Para nada, la tecnología facilita que se pueda concentrar bastante gente entorno a una opción, que la opción sea buena o no, esto ya depende del criterio de cada uno. En resumen, si vas a sumarte al carro, asegúrate de hacerlo por los motivos correctos (o razonables).
5.- Recabar información solo que confirme tu pensamiento. Es tentador, porque es satisfactorio reforzar tu convicción. A su vez, también hace que te pierdas información importante que puedan ayudar a cambiar tu convicción. Al final siempre nos creemos la información que refuerza nuestros pensamientos o convicciones. Esto se ve, por ejemplo en las redes sociales. Cuando nos llega una información, sólo la compartimos si encaja o refuerza nuestras convicciones, sin saber si es real o un bulo.
«Si vas a sumarte al carro, asegúrate de hacerlo por los motivos correctos (o razonables).»
Ten en cuenta que todo esto te ayudará a que tomes decisiones más “racionales” sobre tus inversiones pero que, como aboga Richard H. Thaler, ser racional no es precisamente nuestro core en temas económicos.
Finalmente, nuestro último consejo es que si quieres gestionar toda la información objetiva y necesaria para invertir en empresas no cotizadas, es recomendable usar algún software de inversión, que te permita hacer seguimiento de toda la información de tus empresas participadas no cotizadas.
Fdo. Guillem Comí.